lunes, 1 de diciembre de 2008

Una chica especial, simplemente

A mi Verde Flor del Campo,
Para que nunca olvide las cosas simples que alegran el corazón

En un rincón, en el más apartado y oscuro de la salida de la estación permanece una chica. Nadie se le acerca, porque ella no lo permite, nadie le habla porque ella nunca responde. Solo la observan. Ahí, sentada, viendo siempre al frente y mirando a ningún lado, sin ningún tipo de expresión en la cara, ni de felicidad, ni de tristeza, ni de nada; es como si todo dentro de ella fuera un vacío.

Tiene sus ojos fijos en un objeto inexistente, su mentón apoyado en la mano izquierda, cuyo brazo se apoya en sus piernas, que yacen cruzadas sobre el frío baldosín de las escaleras. Y en su mano derecha sostiene un lapicero, con el que golpea el suelo intermitentemente, como quien fuera el segundero más exacto del reloj más exacto de la relojería que tiene fama de ser la más exacta del planeta. Y es así como pasa los días, contando de manera inconsciente las horas, esperando por aquello que sólo su mente y corazón saben qué es.

Nadie sabe de ella, aunque unos pocos la vieron bajar del tren ninguno de ellos es capaz de decir en que estación lo abordó, cosa que no resulta extraña debido a que en la rutina de los viajes por ferrocarril es usual que cada persona esté concentrada únicamente en su mundo, mirando maravillado por la ventana al admirar el paisaje que lo rodea, asombrándose con la inesperada situación que encontró en uno de los capítulos del libro que escogió para que le amenizara el recorrido, ó llenándose de emoción porque la canción que escogió su reproductor de música en el modo aleatorio es una que le trae un sinnúmero de recuerdos y le despierta infinidad de sensaciones.

Todos sienten lástima por ella, critican lo desperdiciada de su vida, se preguntan quién es y por qué esta ahí…a quién espera. Cada habitante del lugar crea su propia historia sobre ella y sobre el sentido de su vida; así surgen mil teorías que solo convergen en un punto: Afirmar que la vida de esa chica es triste y especial.

Paradójicamente, antes de llegar allá, antes de tomar el tren, en su lugar de origen, ella no era nada especial, era una persona simple, como todas las personas simples del planeta; era una más de esas que caminan por las calles sin admirar las maravillaS de la arquitectura o de la naturaleza, o de cualquier otra cosa simple que las personas no simples admiran fascinadas y contemplan con una sonrisa, con una gran alegría, como si fuera el fenómeno mágico más fenomenal y mágico del universo.

Pero ella, a pesar de su simpleza valoraba la vida, y más que valorarla la disfrutaba, porque tenía una capacidad que las personas poco simples no siempre tienen la fortuna de ostentar. Esa capacidad se puede decir que se la debía a la naturaleza, y era eso tan abstracto y tan simple lo que le daba sentido a su vida.

Lo que le permitía salir de la simpleza del mundo era su capacidad de escribir, sí, algo totalmente usual que cualquier otra persona, simple o no simple, podría hacer. Pero en ella la manera de escribir era especial, era sorprendente. Aunque tal vez ni era especial, tal vez lo que pasaba es que era tan simple, tan como ella, que por eso sorprendía, por la alta carga de simpleza que contenía.

Sin embargo con esa simple manera de escribir, con su simple manera de vivir, con lo simple de su filosofía, ella lograba recrear un mundo poco simple, un mundo en el que siempre había alegría, un mundo del que todos querían hacer parte; porque ella lograba que en se mundo no hubiera tristeza, ella con su simpleza lograba eliminar las penas, convertirlas en letras, en poesía, en canciones y, así, en sonrisas, en abrazos, en momentos y personas valiosos y que alegran el corazón.

Sí, ella solía vivir feliz con su simpleza...

3 comentarios:

JuanSe... dijo...

erda... cuando la empecé pensé en "penelope" otra vez... jajajaja... como en la entrada de lauri... pero parce... esa simpleza es lo que hace que esa vieja sea tan tesa, tan querida, esa simpleza hace que por eso sea tan bacano estar con ella... muy bueno, muy encoñador, aunque la lei dos veces porque estaba precisamente escuchando a diego torres interpretar "penelope" y como me gusta tanto y me hace llorar (esto ultimo no es cierto) ps por eso me tocó repetirla para no perderle el hilo... segui asi...

te quiero mucho

Lauri dijo...

Que bueno que hubiera más gente así sentada en las estaciones, que bueno que podamos escribir y con esto descargar en pequeña, o algunas veces en gran medida las penas que se juntan en la garganta, pero que luego quedan en el papel. Cada vez mejor este blog, cada vez espero el momento adecuado para comentar, para preguntar, para por lo menos arrancar una sonrisa, tan escasa por estos días. En serio te felicito y porfavor seguí así...
Una pregunta...¿Quén es la verde flor del campo? ojalá fuera quien yo pienso que es.. Se te quiere

luifergarca dijo...

A ver Green...si no sos vos quien podría ser??..ácordáte que yo quedé marcada con aquella vez de la bella flor del campo y pues..con mayo razón, si es verde, sos vos!
..fue para vos parce, primero porque me dijiste que la esperarías cuando supiste que existía y segundo porque quisiera verte sonriendo siempre..esa es una de mis alegrías, ver sonrisas en tu cara..y peor (o mejor) aún me dan muy duro los momentos en que siento que no estás feliz, no sabés cuanto daría porque no sintieras esos vacíos nunca!